SWATting es un concepto particularmente difícil de explicar para aquellos que no están al tanto de detalles de la cultura de los Estados Unidos y de cómo las reacciones exageradas pueden llevar a consecuencias fatales.

Situaciones como la muerte de Andrew Thomas Finch en 2017 ha llevado a las autoridades a tomar medidas más fuertes contra este tipo de acciones y el día de hoy el Departamento de Policía de Seattle ha dado un gran paso.

Se trata de un sistema de registro opcional para residentes de la ciudad y sus áreas aledañas en el cual personas que consideren estar en riesgo de recibir alarmas de SWATting pueden colocar la dirección de su vivienda como una “Propiedad en riesgo de SWATting”.

Pero ¿qué es SWATting? Se trata de la acción de llamar a las autoridades de emergencia de manera engañosa con el fin de enviar un grupo de agentes policiales armados a la residencia de una persona que no se encuentra al tanto de la situación, con la intención de crear un susto o inclusive una reacción peligrosa.

Este tipo de reacciones suelen darse como una respuesta (evidentemente sobredimensionada) a situaciones como perder una partida online o ver un comentario en redes que sea molesto, o incluso como una broma pesada (que es un elemento cultural muy presente en Estados Unidos).

SWATting ha llevado a situaciones fatales en diversas oportunidades, siendo el caso del pasado 28 de diciembre de 2017 en la ciudad de Wichita, Kansas, en el cual Tyler Barriss, un asiduo reincidente de SWATting, había realizado una llamada en donde acusaba falsamente a otra persona de haber asesinado a su padre y tener amenazados a sus parientes. Todo esto debido a una disputa por una apuesta de 1,50 dólares en una partida de Call of Duty World War II que correspondía a dos personas diferentes.

Casey Viner y Shane Gaskill se culpaban el uno al otro por haber perdido la apuesta para su equipo, resultando en la amenaza de Viner de que la casa de Gaskill sería atacada por un equipo SWAT. Viner contactaría a Barriss y este realizaría la llamada en la dirección. Sin embargo la victima de esta situación fue Andrew Thomas Finch, una persona sin relación al asunto que había adquirido la vivienda en la que Gaskill había vivido el año anterior.

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