Facebook y Oculus aprovecharon la Game Developers Conference para presentar sus nuevas headset de realidad virtual, el Oculus Rift S. Otro dispositivo más que intenta mejorar en aspectos en que sus antecesores fueron criticados mientras mantiene su precio lo más accesible que se pueda.
El Oculus Rift S intenta deshacerse de los sensores alrededor de la habitación que requerían sus primeras versiones, ahora solo necesitarás un puerto USB libre en tu PC para empezar a jugar, no obstante, los cables seguirán estando presentes para conectar esta entrada de USB a los controles y al ‘headset’ por lo que esta nueva versión sigue teniendo sus limitaciones.
Además de las gafas y el cable USB, la caja traerá dos controles Oculus Touch, todo por un precio de salida de 399$. Un precio que el estudio considera es el «sweet spot» para que sea rentable producir estos dispositivos mientras se generan ganancias y se mantienen alcanzables para los usuarios que quieran entrar al mundo de la realidad virtual.
De esta manera, más allá de la opinión de sus creadores, probar la tecnología de Oculus se mantiene aún un poco alejada de volverse un aparato común en los hogares incluso de un norteamericano promedio. Recordemos que no solo necesitas del Oculus sino de una computadora capaz de soportar su tecnología que, tirando por lo bajo, costaría unos 800 dólares. Claro está que una computadora sí es algo más común pero por el precio del Oculus, los potenciales usuarios pueden adquirir un nuevo smarthphone o una consola con juegos exclusivos.
Hay que estar muy interesado en las posibilidades de los juegos VR para invertir en un aparato de este estilo, así que por los momentos sigue siendo tecnología cara y dirigida a un público específico. Uno que estará contento de saber que sus compras en la tienda de Oculus servirán para el Oculus Rift S, no habrá que pagar de nuevo e incluso podremos jugar la partida en donde la dejamos.
Jason Rubin, jefe de diseño del Oculus Rift S, comentó a IGN que no hay planes para lanzar al mercado un ‘headset’ completamente inalámbrico porque eso requeriría subir el precio y bajar la resolución nativa. Por lo tanto tendremos que conformar con el Oculus Quest por ahora. El Oculus Rift S, por su parte, tiene una de 2560 x 1440, una de sus mejoras respecto a su antecesor y una nueva funcionalidad llamada «Passtrough Plus» que permitirá al jugador dejar el juego y ver el mundo real sin quitarse las gafas.
Luego de que Facebook desembolsara 2000 millones de dólares por adquirir los derechos de esta nueva tecnología, imaginamos que debe haber presión en las oficinas de Oculus quienes todavía no consiguen llevar su tecnología a la mayoría de los hogares americanos y tampoco han fomentado el desarrollo de un juego VR relevante y que tome la batuta de títulos más tradicionales como God of War.