Valve se ha puesto manos a la obra para intentar el reestablecimiento de su juego de cartas coleccionables Artifact.

En lo que ha sido uno de los peores lanzamientos de la historia, Artifact tuvo que enfrentar una tibia recepción y un posterior abandono casi total de la base de jugadores.

En unos pocos meses, el juego que aspiraba a convertirse en el competidor más fuerte del gigante de los videojuegos de cartas, Hearthstone, se ha convertido en un candidato a la desaparición por completo.

Pero Valve se rehusa a ver morir su obra más reciente, por lo que van a estudiar cambios profundos para Artifact con el fin de salvarlo.

Menos de 300

El estatus actual de Artifact es de una base jugadores de 292 jugadores, quienes se mantienen fieles al juego de cartas de DOTA 2.

El planteamiento original de Artifact es probablemente uno de los peores que se han realizado en toda la industria, en un intento de desmarcarse de Hearthstone y tener un sistema único.

Un precio de entrada de 20 dólares para un juego de cartas desencantó a la mayoría de los aficionados de este tipo de juegos que migraron a otros títulos

En lugar de presentarse gratuitamente y darle la oportunidad a los jugadores de engancharse organicamente, Valve cobraba un precio de entrada de 19,99 dólares por Artifact.

Si a eso se le suma un sistema de intercambio de cartas entre jugadores que se sostenía a través de transacciones de dinero real en Steam, no se trata de un prospecto atractivo para casi nadie.

Esto llevó al abandono másivo de jugadores, tanto como protesta sobre los sistemas del juego, al igual que migrando a otros títulos de este tipo.

Otras fuentes de magia y espadas

La promesa de una edición online del legendario juego de cartas Magic: The Gathering fue mucho más atractiva para muchos que el anuncio de Artifact.

Magic: The Gathering Arena ofrece una reconstrucción exacta y constante de este juego clásico, así como crear una escena competitiva de Esports propia en 2019.

De comienzos más humildes se encuentra Gwent: The Witcher Card Game. Surgido como un minijuego dentro del clásico moderno The Witcher III: Wild Hunt, este peculiar juego de cartas adquirió una personalidad propia en poco tiempo.

Tras un extenso período beta de pruebas, en el cual se pudo construir un sistema de juego y modificarlo enormemente para su presentación final en octubre de 2018.

Ciri, Geralt y compañía nos acompañan en esta aventura de cartas en la que conoceremos más a fondo el universo de The Witcher.

Posteriormente fue acompañado de Thronebreaker: The Witcher Tales, planeado inicialmente como una campaña de un jugador y convertido en su propio juego (aunque ambos juegos están vinculados en su sistema de recompensas).

Actualmente se encuentra dando sus primeros pasos en el mundo de los Esports y ya ha anunciado su primera expansión, Crimson Curse.

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