Respawn Entertainment logró crear uno de los más exitosos fenómenos de la actualidad del gaming con Apex Legends, el Battle Royale que refrescó el panorama en el comienzo de 2019.
Este juego basado en el universo de la franquicia Titanfall dio a los aficionados una experiencia nueva al combinar los mejores elementos de juegos como Fortnite con un First Person Shooter de gran emoción.
La formula se mantiene sólida dentro de la comunidad de jugadores así como en el mundo del streaming en Twitch, siendo uno de los juegos más importantes en la plataforma, uno de los indicadores de éxito en estos tiempos.
Pero este positivismo a tenido que acarrear un sacrificio importante, y este es el desarrollo de un nuevo juego de la serie Titanfall.
El cordero sacrificado de Respawn
Respawn se dio a conocer en la palestra pública con la saga Titanfall entre los años 2014 y 2016, pero fue el desarrollo de Apex Legends, y su monumental éxito que sorprendió a todos, lo que los colocó en el pedestal que se encuentran ahora.
En una reciente entrevista realizada por Game Informer a Vincent Zampella, CEO de Respawn, se develó que el futuro de la saga Titanfall había sido degradado debido a la redistribución de personal de su compañía.
Teniendo que enfrentar el constante mantenimiento y desarrollo que un Battle Royale como Apex Legends demanda, con la tremenda responsabilidad que corresponde la elaboración de Star Wars Jedi: Fallen Order, las prioridades del estudio están dirigidas en una dirección diferente.
Cuando se le preguntó a Zampella al respecto, el dirigente descartó la pregunta de tajo, marcando que no quería abordar un tema delicado como ese.
Los aficionados de Titanfall parece que tendrán que enfrentar la paralización de una secuela formal a la saga gracias a Apex Legends, como en su momento tuvieron que lidiar los fans de Warcraft tras el estreno de World of Warcraft, que acabó con la saga original de juegos.