Para los fans más jóvenes de Marvel les resulta difícil creer que los Avengers no han sido los personajes más representativos de la historia moderna de la compañía, siendo este título ostentado por los X-Men.
Sin embargo, tras años de disputas fuera de la compañía que se tradujeron en un bloqueo de historias nuevas para X-Men durante mucho tiempo, la recuperación de los derechos fílmicos para Marvel es el punto de partida de una nueva era para los mutantes.
A cargo del laureado escritor Jonathan Hickman, junto con un equipo estelar de artistas, coloristas y tipógrafos, Marvel se lanza a una aventura a largo plazo que espera relanzar a los X-Men nuevamente al mundo, con dos series que son una, House of X y Powers of X.
Previamente en X-Men
Aunque se trata de un «número 1», esta serie requiere de ciertos conocimientos previos que hacen falta tener en cuenta antes de comenzar, afortunadamente, no es una enciclopedia como en otros casos.
El primer concepto es Krakoa, la Isla Mutante. En el primer relanzamiento de la serie en 1975, un nuevo equipo de X-Men reclutados por Charles Xavier se unían para rescatar al equipo original de una misteriosa isla no registrada.
Esta enorme masa de terreno es Krakoa, una isla compuesta por una vida vegetal especial llena del gen X que pertenece a los mutantes y con conciencia y raciocinio. Durante años, Krakoa fue utilizada de manera por varios equipos creativos pero ahora es nada menos que una pieza clave de la nueva historia.
Lo segundo es el regreso de los mutantes al mundo, tras su «desaparición» causada por el último evento que enfrentó a los personajes Legion y X-Man en un guerra de psiquicos que dejó como resultado la desaparición de los mutantes de la faz de la tierra.
Eventualmente, los mutantes volvieron a aparecer, al deshacer los efectos de esta horrible decisión y entramos en un punto de partida nuevo. Básicamente estamos como al principio.
Parte 1: La nueva visión de Charles Xavier
La serie comienza propiamente con una alucinante visión de Krakoa y la liberación de mutantes, entre ellos Cyclops y Jean Grey, de lo que parecen ser capullos de restauración, con el Professor X anunciando su frase icónica, «To me, my X-Men».
Acto seguido vemos imágenes conocidas de la siguiente generación de X-Men, Colossus, Nightcrawler, Storm y Kitty Pryde, así como a las mellizas telépatas Esme y Sophie Cuckoo. Todos ellos están plantando semillas de Krakoa en diversas partes del mundo.
El punto de inicio es Jerusalén, donde representantes de las naciones más poderosas del mundo (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China, Rusia e Israel como país anfitrión) acuden a una invitación de Charles Xavier para una oferta que no podrán rechazar.
En una edificación completamente natural conocida como Habitat, los mutantes reciben a los dignatarios con una propuesta especial, la distribución de una medicina manofacturada por Xavier que da a los humanos cinco años más de vida, un antibiótico universal para todas las enfermedades y otra para las enfermedades mentales.
A cambio, Xavier exige que el mundo reconozca la soberanía de Krakoa como nación independiente, liberación de la población mutante y una cohabitación pacífica.
Estas condiciones son presentadas por Magneto, acompañado de las hermanas Cuckoo, guiando a los dignatarios por diversos espacios del Habitat. Paralelamente a ello veremos a Jean Grey guiando a jóvenes mutantes a otro Habitat (Nueva York) donde Xavier y Wolverine les esperan.
Parte 2: Conflicto en el horizonte
Mientras las negociaciones ocurren, una misteriosa estación espacial conocida como The Forge (La Forja) empieza a tener nueva actividad encabezada por un misterioso conglomerado conocido como Orchis.
Lo que aparenta ser un grupo secreto de operativos compuesto por grupos como S.H.I.E.L.D., S.T.R.I.K.E., A.I.M. y HYDRA, es nada menos que una organización diseñada para elaborar Sentinels y erradicar la amenaza mutante que irrevocablemente dejará atrás a la humanidad.
Dentro de su organización existe la teoría que de no ser por los esfuerzos del pasado (entiéndase, toda la historia de atacar a la población mutante durante años), la población mutante habría superado a la población humana en cuestión de años.
Orchis actúa bajo el convencimiento de que la amenaza mutante debe ser erradicada o será el fin de la humanidad, sin reparar en considerar el argumento evolutivo. Para ello destinaron el uso de La Forja como su fuente de creación de asesinos de mutantes.
Parte 3: Héroes y villanos
Saltamos a una nueva escena donde tres viejos conocidos de la antigua Hermandad de Mutantes, Sabretooth, Mystique y Toad están robando una data sensible de un edificio de alta seguridad.
Lo que aparenta ser data previamente robada a Reed Richards (Mr. Fantastic) y Tony Stark (Iron Man), los mutantes se hacen con ella y huyen atacando al personal de seguridad, Sabretooth asesinando a varios de ellos.
No contaron con la llegada de nada menos que los Fantastic Four, que despacharon rápidamente a Sabretooth mientras que Mystique y Toad escaparon por un portal creado con una semilla de Krakoa.
A través del mismo portal aparece Cyclops, quien charla amistosamente con Reed Richards sobre la amnistía que le corresponde a Sabretooth por ser mutante. Pero ambos se conforman con que las autoridades de encarguen de sus actos y Scott manda sus saludos al joven Franklin Richards, uno de los mutantes más poderosos del mundo e hijo de Reed y Sue Richards.
Parte 4: ¿Negociaciones?
Volvemos a Jerusalén, donde Magneto explica a los dignatarios detalles sobre las cualidades que Krakoa ofrece a los mutantes a diferencia que a los humanos, como portales interconectados a personas con gen X, que el embajador norteamericano no tarda en protestar.
Considera que se trata de una ventaja militar porque esencialmente podrían mover un ejercito a cualquier sitio, a lo que Magneto responde con su habitual desdén, «nunca ha habido una guerra mutante, nunca hemos conquistado tierras ni esclavizado, esa es nuestra ventaja».
Esto marca el salto de las negociaciones al punto que Magneto y las Cuckoo querían llegar, donde explican que la oferta de Xavier está fundada en la paz pero que nace para evitar la resolución natural de la teoría de la evolución, el conflicto por el dominio.
Las telépatas revelan que los embajadores no representan realmente a sus países sino a diversos intereses particulares (compañías farmacéuticas, partidos políticos y agentes de S.T.R.I.K.E. y S.H.I.E.L.D.), pero esencialmente falsas personas sin poder real.
Magneto contaba con ello y les indica que la elección del sitio y su presencia no era accidental. Bajo el ocaso de Jerusalén les dice «ahora tienen nuevos dioses».
Veredicto
House of X #1 es una de esas aventuras que presenta una fuerte premisa y que es prácticamente imposible dejar de seguir y saber como continúa.
Aunque el argumento pueda parecer algo denso en ciertos aspectos, es probable que un lector con conocimiento básico de quienes son los X-Men podrá seguir la historia.
Uno de los mejores elementos del cómic es que entre páginas, Hickman decidió colocar capsulas informativas sobre cada uno de los elementos de los que se está hablando, siendo muy útiles para conocer sobre las habilidades de Krakoa o la composición y las ideas de Orchis.
Estéticamente es impactante, el equipo de Pepe Larraz y Marte Gracia mezclan conceptos clásicos con versiones recientes de los trajes de personajes (Cyclops, Jean Grey y Magneto por ejemplo) con piezas de arte alucinantes para Krakoa y una idea que desmarca a los mutantes de los humanos.
Los Habitat lucen como una tierra de fantasía, no muy diferente a las ideas sobre mundos elficos, mientras que las escenas humanas son maquinarias y llenas de metal.
Pero lo más llamativo es Charles Xavier. Acá lo vemos con su rostro casi cubierto por completo con el casco de Cerebro, levitando con sus poderes mentales expandidos por este sistema, dándole una apariencia poderosa y temible.
Como punto de partida es imperdible, House of X y Powers of X tienen mucho de esa magia que Marvel quiere generar para darle un nuevo futuro a los mutantes…pero, ¿la humanidad los dejará? Lo descubriremos en el próximo review de Powers of X #1.