El poderoso rumor de 2018 que ubicó al famoso actor Michael B. Jordan en el rol de Superman ha vuelto a ser noticia.
Según se rumoreó en el pasado, los líderes de Warner Bros. no estaban contentos con la última participación que Henry Cavill tuvo en el rol del Hombre de Acero en la película Justice League.
Como es usual en esta compañía, buscaron nombres en su lista que tuvieran experiencia dentro del reciente boom de superheroes y un contrato vigente con el estudio, llegando a Michael B. Jordan.
https://youtu.be/sw_a0HC6f1s
El joven actor afroamericano estaba en un gran momento de su carrera, al darle a Warner dos sólidos hits con Creed y Creed II y haberse convertido en leyenda al darle vida a Erik Killmonger en Black Panther de Marvel Studios.
Sin embargo, todo quedó en rumores por un tiempo, al conocerse también la intención de Warner Bros. de reducir el rol de Superman en su universo cinemático.
Una reunión misteriosa
Según explica Variety, Jordan se reunió con los ejecutivos de Warner Bros. y tuvieron una reunión que califican como cordial, pero sin resultados.
A pesar de ciertas reservas, Michael B. Jordan no es un actor que se amilane ante desafíos de gran nivel como lo es Superman, pero aparentemente Warner es quien tiene problemas.
La manera de proceder de Warner Bros. resulta muy peculiar. Su idea de hacer películas de superheroes es la de recurrir a la imitación de otros filmes y a quitarle elementos característicos de los cómics a sus personajes para hacerlos más «digeribles» al público general.
El ejemplo de esta generación es nada menos que Joker, la película más exitosa basada en personajes de DC, que no es más que una simple amalgama de tributos a Martin Scorsese y un vehículo de nominaciones para Joaquin Phoenix.
Pero si teniendo hasta dos actores comprometidos con ser el superheroe más icónico del mundo no es suficiente para Warner para seguir trabajando en ello, entonces el problema de DC está en casa.