El equipo de Xbox parece estar bastante encaminado en que Project Scarlett sea lo que ellos quieren que sea y no dejarse llevar por el mercado.
Tras las recientes declaraciones de Phil Spencer en las que descartaba las plataformas de Realidad Virtual, ahora se tienen las de Matt Booty, cabecilla de Xbox Game Studios, con un ángulo diferente.
En una reciente entrevista para GamesRadar, Booty señaló que uno de los elementos que habían considerado para Scarlett era buscar la manera de hacer una transición generacional sencilla.
Considerando el alto poder que están manejando con la nueva consola, así como lo realiza Sony con PlayStation 5, la misión es hacer el salto generacional más digerible para los jugadores.
Catálogo homogenizado
Gracias a diversos programas de Xbox, como Play Anywhere y Game Pass, la compañía busca hacer que los jugadores adquieran consolas de la marca sin temor a quedarse abandonados.
«Queremos que la gente se sienta cómoda invirtiendo en Xbox. Ya sea que eso signifique comprar una Xbox One S esta Navidad o una Scarlett el próximo otoño. vas a sentirte cómodo de cualquier manera. Y la librería de contenido en la que estás invirtiendo estará contigo, por lo que no te sentirás como que estás haciendo una elección entre generaciones. Eso es muy importante para nosotros».
La idea detrás de esto es extender la vida útil de Xbox One mucho más de lo que el lanzamiento de Scarlett pueda traer. Una acción loable pero que habrá que ver si logra calar en los exigentes aficionados.
La retrocompatibilidad siempre ha formado parte de las exigencias de los fans durante los cambios generacionales de consolas. El cambio más fluido de la historia vino con PlayStation 1 y 2, donde la nueva consola admitió la librería entera de juegos a su sistema.
Este tipo de aprecio a los legados de los sistemas previos es ahora una de las posibilidades más reales cuando existen plataformas como Xbox Game Pass o PlayStation Now, que permitirán revivir toda clase de experiencias del pasado.