Una de las historias más discutidas de los últimos meses adquiere un nuevo giro, al develarse el origen del padre de Rey.
Desde su anuncio, Star Wars: The Rise of Skywalker expuso que el Emperador Palpatine regresaría a la historia, bajo el mismo principio que expresó Luke Skywalker de que «nadie realmente se va».
Pero dentro de la historia en pleno, se implementó de una manera peculiar al darle un peso considerable a sus maquinaciones y a su idea de expandir su linaje a través de clones en un plan a largo plazo.
De manera tristemente predecible, se reveló que su linaje estaba personificado en Rey, la joven abandonada que despertó el poder de la fuerza y resucitó las esperanzas de la luz sobre la oscuridad.
Detalles de su origen que quedaron fuera del corte del film, han visto la luz gracias a la novela de The Rise of Skywalker. Develando que el padre de Rey es uno de los miles de clones de Palpatine, pero que destacó por ser uno de los fallos más peculiares.
«Una línea genética sobrevivió. De hecho, logró desarrollarse. Un clon no tan idéntico. Su «hijo». Pero era un fracaso, inútil y sin poder. Palpatine no podía siquiera mirar a un ser tan decepcionantemente ordinario.
El único valor del chico sería el de continuar el linaje a través de métodos más naturales».
Y este es el origen del padre de la protagonista de la nueva saga de películas de la franquicia más importante de los últimos 50 años, un clon semental del villano de antaño.
Se puede comprender la necesidad de J.J. Abrams de narrar una historia nostálgica con The Rise of Skywalker, pero al final del día todo queda en un triste abandono de la potencial frescura de nuevos héroes por la autocomplacencia de fans de lo clásico.
Al final del día, Star Wars terminó su saga principal de la manera que eligieron y deberían dejar de explicar detalles de esta historia en un esfuerzo por justificarla.