Hablar de ‘Pac-Man‘ es hablar de su creador Toru Iwatani, un hombre sencillo y humilde que nació en un barrio llamado Meguro en la ciudad de Tokio, el 25 de enero de 1955 y que hoy, a la edad de 65 años, sigue activo y aportando su experiencia para las generaciones futuras que les permitan dar forma sus propias ideas en la creación de videojuegos, siendo considerado un pionero en esta área de formación en su país natal.

Ya de niño hacía dibujos de manga en sus cuadernos y que con el pasar del tiempo, ejercieron sobre el una gran influencia en los futuros diseños de los videojuegos que años más tarde creó.

Siempre se consideró un niño divertido y le gustaba sorprender a los demás mediante la realización de pequeñas cajas con contenidos agradables que hicieran reír a la gente, como el pegar insectos de plástico en resortes que saltaban cuando abrían las cajas.

Sin terminar aún la primaria, su padre recibió una oferta de trabajo como ingeniero en la compañía Japan Broadcasting Corporation, lo que obligó a la familia a mudarse del barrio Meguro a la región de Tohoku, en las afueras de Tokio, donde culminó la primera etapa de su enseñanza escolar.

Decidió regresar a la ciudad de Tokio para culminar la secundaria y posteriormente, ingresó a la facultad de Ingeniería de la Universidad Metropolitana de Tokio, donde se recibió de ingeniero. Fue un experto en computadoras sin haber recibido ninguna preparación previa sobre programación y uno de sus deseos para ese entonces, era crear máquinas de pinball y con esa idea ingresó a la compañía de Software Namco Limited.

Llega un innovador

Como todo joven emprendedor, comenzó a trabajar a la edad de 22 años en la compañía, la cual se encargaba de la fabricación de videojuegos y si bien refirió en una entrevista que nunca se sintió atraído por ese mundo ni tampoco cuál iba a ser su papel, comentó que al comenzar a trabajar en el desarrollo de los mismos, le permitió dar rienda suelta a su imaginación y a pesar que nunca tuvo una preparación previa, eso no fue problema para continuar desarrollando videojuegos durante 30 años más en la misma compañía, pues se considera un autodidacta.

Fue asignado al área de desarrollo de videojuegos de la empresa, la cual para ese momento, había adquirido los derechos de Atari para distribuir sus juegos y en vista del éxito obtenido, deseaban crear sus propios videojuegos.

En una oportunidad les manifestó a sus superiores su deseo de participar en la creación de las máquinas para el juego pinball, pero le dijeron que las patentes eran muy problemáticas, por lo que rechazaron la idea.

Sin embargo y para no frustrarlo del todo en su deseo, le permitieron la creación de un videojuego que estuviera basado en el juego pinball, lo cual efectuó ayudado por el programador de la compañía y en el año 1978 sale al mercado ‘Gee Bee‘, primer título  que permitió que la compañía Namco incursionara en el mercado de los videojuegos.

Un año más tarde, Toru Iwatani diseñó las secuelas ‘Bom Bee’ y ‘Cutie Q’ pero finalizados estos, sintió frustración en esta industria pues consideraba que la misma estaba destinada a la creación de juegos violentos especialmente para hombres.

Le manifestó su inquietud a sus jefes inmediatos, quienes estuvieron de acuerdo que si bien el mercado varonil estaba cautivo con los videojuegos creados, había aún otro también importante y era el femenino, pero no se imaginaban de qué manera pudieran atraerlas a un mundo netamente masculino.

Y comenzó a tomar forma la brillante creación en la mente de Itawani, quien desde un principio estuvo muy claro en su idea que un juego dirigido al público femenino, debía tener lindos y coloridos personajes y que fuera muy fácil de captar, no ocurriéndosele nada mejor que asociarlo con la acción de comer, pues en su muy particular concepto, siempre consideró que a las chicas japonesas les atraía «comer y hablar de comida».

Esta afirmación fue ratificada muchos años después cuando fue invitado al Congreso del Futuro 2017 y visto que esta declaración fue considerada extraña, aclaró en otras entrevistas que se daba cuenta que cuando las chicas se reunían en restaurantes, casi siempre hablaban mucho sobre comida y fue este el motivo que lo inspiró para conectar el juego con la comida y las mujeres.

Finalmente, con otros cuatro compañeros, logró completar en año y medio aproximadamente el juego ‘Pac-Man’, cuya salida al mercado en Japón fue simultáneo con su éxito arrollador, el 22 de mayo de 1980, logrando vender 293 unidades para posicionarse como el mejor arcade de los años 80.

Toru Iwatani siempre ha sido un personaje orientado más hacia la parte creativa con ideas altamente futuristas y así lo demostró durante el desarrollo de otros juegos que efectuó durante esos 30 años en la compañía y, si bien en la actualidad ya no está trabajando para Namco, a sus 65 años se desempeña como profesor en la universidad Politécnica de Tokio, donde entre sus muchas ideas, está centrado en la creación de juegos para invidentes, los cuales serán manejados de manera táctil.

Y como compensación a ese mundo humilde de donde provino, también trabaja en la creación de videojuegos que lleguen a lugares que carecen de electricidad, casi siempre ubicados en zonas muy pobres de la ciudad. De la misma manera, está dándole forma a la magistral idea de usar el propio cuerpo como terreno de juego mediante la creación de trajes especiales y aunque no sabemos qué puede significar esto ni como pudiera ser posible, es casi seguro que será súper innovador y muy típico de mentes abiertas y pioneras cono las de Iwatani.

Comienzos de ‘Pac-Man’

La empresa Namco Limited, como toda empresa orientada a cautivar a la mayor cantidad de usuarios posible, vio que el público varonil ya estaba asegurado mediante juegos de combates, de guerras o de invasiones extraterrestres, por lo que giró instrucciones a sus empleados para crear un juego que atrajera a las mujeres y a todo aquel ser viviente que no le interesaran los videojuegos de peleas.

Explica el propio Iwatani que la idea del personaje provino cuando él y sus compañeros pidieron una pizza y al tomar un trozo, la imagen que quedó de la pizza redonda con el pedazo faltante se le asemejó un personaje con una boca que asociaba a la palabra comer, lo cual consideró que atraería a las mujeres pues era su tema preferido de conversación y también por ser «universalmente atractiva». En todo caso, fue un momento feliz, pues ya tenía la imagen del personaje.

En su mente siempre estuvo la idea de un juego gracioso con algo de tensión, pero también ingenuo, una cosa que se comía todo y donde algo era perseguido pero que pudiera huir por distintas vías. Estas vías de escape constituyeron 255 niveles, que les permitía acumular una gran cantidad de puntaje a los jugadores.

Entrada triunfal a su propio mundo

Una vez capturada la idea, Iwatani se unió al programador Shigeo Funaki y otros tres compañeros para su desarrollo, pues como no tenía preparación como diseñador gráfico o programador, tenían que ser otros los especialistas que crearan los algoritmos del juego, especialmente los movimientos de los cuatros fantasmitas que son los enemigos de Pac-Man y cuyos ataques fueron desarrollados con un patrón de onda simple que consistía en atacar y dispersarse. Para esto se requería preparación previa, es decir, profesionales en el área.

Concluido el juego, su lanzamiento fue un rotundo éxito en Japón, y si bien en aquella época era muy lenta la entrada de un videojuego a otro país, una empresa fabricante de videojuegos en Estados Unidos llamada Midway, fue la que vio una gran oportunidad en el mismo, pues era una temática muy refrescante para la época y el mercado estaba saturado de juegos con sangrientas peleas e invasiones alienígenas, con el juego de moda ‘Space Invaders‘.

Este éxito le valió que le dieran el certificado Guinness World Record de los Juegos, por la mayor cantidad de arcades de Pac-Man instaladas a nivel mundial, reconocido en 2005 y quedando registrado en el Guinness World Record: Gamer’s Edition 2008.

A pesar de este éxito arrollador, Toru Iwatani fue enfático cuando declaró que no recibió ninguna recompensa por el éxito de Pac-Man, pues continuó siendo un empleado con su mismo salario ni tampoco le fue dada ninguna bonificación por las exorbitantes ganancias. En todo caso, los reconocimientos vinieron de afuera de la compañía a medida que era invitado a conferencias y exposiciones a nivel mundial.

Una vez llegado el juego a Estados Unidos hubo que cambiar el nombre original el cual era Puck Man y que en Japón representaba algo así como el sonido que se genera cuando masticas algo, nombre que al llegar a Estados Unidos y por cuestiones lingüísticas, hubiese podido generar en una palabra ofensiva, quedando como se conoce hoy en día en el mundo occidental como Pac-Man.

Se dice que los beneficios que generó Pac-Man en Estados Unidos llegaron a superar los obtenidos por la película Star Wars, lo que es bastante decir. De allí en adelante todo es historia pues Pac-Man con sus más de 50 versiones, se constituyó en un clásico dentro del mundo de los videojuegos y tuvo mucho que ver su concepto sencillo e ingenuo que atrapó y sigue atrapando a las nuevas generaciones.

 

Influencia de ‘Pac-Man’ en otros géneros

Son tan profundas las raíces de PacMan en el gusto de los terráqueos, que ha sido incluido en un sinnúmero de eventos, programas, juegos y películas, llegando inclusive a ser parte de los juego de mesa y sin dejar a un lado que ha servido de inspiración para canciones.

Y no es para menos que así haya sido, pues a pesar de haber transcurridos 40 años de su creación, Pac-Man sigue siendo un clásico que despierta la misma pasión que generó desde sus inicios, pues su temática significó la creación de un género totalmente innovador en el área de los videojuegos.

En los comienzos de los 80, un grupo musical de Estados Unidos llamado Buckner lanzó un álbum con el nombre Pac-Man Fever, convirtiéndose en un gran éxito y generando cuantiosas ganancias, luego tuvo su propia serie de televisión mediante dibujos animados, aunque solo duró dos temporadas.

Pero no llega hasta allí su influencia, pues el personaje de Pac-Man fue sido invitado en otros videojuegos de renombre como ‘Street Fighter’ y el emblemático ‘Mario Kart’. También apareció en una película de Disney protagonizada por Adam Sandler y Kevin James, donde el icónico personaje de Pacman representó el villano de la película Pixels y donde hicieron una mención especial a su creador, Taru Iwatani.

 

Celebraciones por todo lo alto

Como 40 años no se cumplen todos los días, Bandai Namco ha declarado que se planean diversos homenajes para Pac-Man. Pero en Japón no se quedan atrás, pues el cantante japonés Ken Ishij le compuso una canción donde utiliza los sonidos originales del juego.

También para celebrar, Pac-Man formará parte de Tamagotchi, aquella recordada mascota virtual de la década de los 90 y que tenías que alimentar todos los días. Pues la misma también llegará en colaboración con Bandai y consistirá en que Pac-Man cuidará que los fantasmas no se acerquen a tu mascota

Una leyenda viviente

Así es considerado por muchos pues Iwatani ha dejado un legado para las nuevas generaciones y es considerado hoy en día un figura altamente influyente en la industria de los videojuegos y tan es así que a raíz del éxito de su creación, Iwatani es invitado a múltiples conferencia y eventos donde es muy admirado por las nuevas generaciones de desarrolladores de videojuegos.

A medida que se involucraba más como orador, llegó a decir que era un deleite escuchar el gran entusiasmo que despertaba en los estudiantes que demostraban mucho talento en la competitiva industria de los videojuegos.

Es considerado un hombre que comparte sin mezquindad, su experiencia en diseño de personajes queha sido aprovechada por las nuevas generaciones de jóvenes creativos pero también los alienta a ir un poco más allá y no encasillarse en juegos de guerra, sino que los anima a que exploren otras temáticas más sociales que inviten a los jugadores adentrarse en el mundo psicológico de los que los rodean.

Para finalizar, es muy difícil que haya alguien que no haya tenido alguna vez en sus manos un juego de Pac-Man. Era sencillamente adictivo, emocionante y sobre todo, gratificante cuando disfrutabas el éxito de comerte a los enemigos sin mayores traumas. Por ello, al arribar a sus 40 años, Pac-Man brilla con luz propia en el rutilante cielo de los videojuegos al lado de su creador, Toru Iwatani, pues tal y como encabeza el título de este artículo, es el padre de un icono cultural cuya influencia llega a nuestros días, 40 años después de su creación.

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