Tres paquetes de 2K Games llegarán muy pronto a la Nintendo Switch, para que los fans de BioShock, Borderlands y XCOM puedan revivir sus aventuras.
Se ha dado a conocer que las versiones físicas de estos juegos tendrán que enfrentar una dura realidad, puesto que no estarán plenamente listas para jugar sino que tendrán una gran descarga.
Cada una de las colecciones llegará en tarjetas de 16 GB, un número insuficiente para todo el contenido, que en su totalidad duplica esa suma, haciendo necesaria una descarga de contenido.
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En consecuencia, los jugadores tendrán que adaptar el espacio de sus Nintendo Switch para jugar estas enormes antologías que ofrece 2K Games.
Adquiriendo más espacio o limitando su juego a espacios de tiempo definidos es la manera en la que jugadores tendrán que alistarse para tener estos juegos. Pero esto obliga a que nos preguntemos: ¿Para qué sirve una copia física si aún tengo que descargar contenido?
Cascarones vacíos
Salvo que se trate de una edición especial que tenga contenido extra además del juego, las ediciones físicas se han convertido en un elemento irrelevante para muchas compañías.
Los siguen ofreciendo a ávidos coleccionistas de títulos específicos, pero el gamer común habita un reino digital prácticamente por obligación. Dado que distribuir juegos digitales es más barato y existe el concepto de las bibliotecas, era una salida natural.
Las compañías empujaron por digitalizar el contenido y la audiencia obedeció, aunque a regañadientes. Por lo tanto, la adaptación natural de los juegos dio paso a que las ediciones físicas tuvieran un valor inferior para producir.
En muchos casos, las «ediciones físicas» traían nada más que un código de descarga en una caja vacía. Esto representa para muchos el final de la propiedad de los videojuegos de parte de los jugadores, una situación a la que mucho aún no se acostumbran.
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