star wars

Hace 43 años el mundo recibiría la saga Star Wars con los brazos abiertos, un proyecto que, según Lucas, había estado pensando desde antes de la década de los 70. La primera película sólo se llamó «Star Wars» y luego de costar 15 millones de dólares generó más de 700, haciéndola una de las películas más exitosas de la historia.

Sin embargo, ¿sabías que Star Wars está inspirada en una novela del mismo nombre? Probablemente no, ya que esto solo fue un rumor que corrió a finales de los 70 y que de debió a una confusión por la publicación de una novela homónima pagada por el mismo Lucas. De hecho, técnicamente el primer producto de la franquicia es esta novela homónima escrita por un autor fantasma ya que se estrenó varios meses antes que la película.

Promocionado un posible éxito

La estrategia de marketing de la debemos a Charles Lippincott que fue contratado cuando Lucasfilm percibió que la película podía a ser un éxito debido a que el anterior proyecto de Lucas, American Graffiti, lo había sido. Lippincott, además de conseguir figuras de acción y pósters para adolescentes contrató a un escritor para escribir una novela e hizo tratos con Marvel para que hicieran una adaptación de la película con una serie de cómics.

Esto finalmente no se dio, ya que Lucas retrasó la película que se iba a lanzar a finales de 1976, y se terminó estrenando tal día como hoy en 1977. El libro no se retrasó y llegó en noviembre de 1976, «escrito» por George Lucas. El director en realidad le pago a Alan D. Foster para escribir dos novelas de la nueva saga, una adaptada del guion y otra secuela por si la película no era exitosa y Lucas sentía la necesidad de darle un desenlace a su historia.

Star Wars: From the Adventures of Luke Skywalker, el primer producto de la franquicia.

La primera de estas se llamó Star Wars: From the Adventures of Luke Skywalkery vendió más de 3 millones de copias a lo largo de un año, cifras de locura para entonces. Las primeras ediciones no hicieron un gran trabajo para aclarar que la novela era una adaptación de un guion para una película planeada con antelación y, si sumamos esto al hecho de que los rumores tenían patas más largas al no haber internet, un tema de conversación habitual en mayo de 1977 era que la película era una adaptación de una novela escrita por el mismo director.

Nada más lejos de la realidad, el retraso de la película terminó por generar esta confusión y la facilidad con la que corren los rumores hizo el resto, ni siquiera las aclaraciones de Lucas en las entrevistas previas al estreno llegaron a todos los oídos, incluso a día de hoy hay personas que afirman con autoridad que la saga está basada en una novela, aunque al menos ahora ya sabrás de dónde proviene la confusión.

Alan D. Foster supo desde el principio que iba a ser un escritor fantasma para Lucas.

«El libro siempre fue mejor»

Lucas había terminado el guion «definitivo» en 1975 por lo que Alan D. Foster tuvo tiempo de sobra para adaptarlo todo. No obstante, hubo diferencias entre el filme y la novela debido a que Lucas improvisó en el set varias veces. Para empezar las famosas palabras «Hace muco tiempo en una galaxia muy muy lejana…» no están en la novela ya que esto no se mencionó en el guion que recibió Foster, él en cambio puso «Otra galaxia, otro tiempo…» antes de empezar.

Por otro lado, la descripción de Palpatine en la sinopsis lo deja más como un gobernante corrupto en vez de un Sith Lord, un término que por cierto no se menciona en las películas hasta el episodio I. No obstante, ya está presente en esta novela por lo que se nota que Lucas lo dejó en el guion original pero luego decidió llamar a Vader de otra manera y no mencionar el término «Sith Lord» hasta mucho después.

Otros elementos curiosos son la presencia de Jabba the Hutt que no apareció en el filme original sino en la edición especial que llegó varios años después. En la novela se le describe como un bípedo gordo con un «cráneo peludo», una papada que se mueve cuando camina y cicatrices de anteriores batallas. Una descripción bastante distinta al Jabba que conocimos en el episodio VI.

Los «droids» pasan a ser «mechanicals», varios personajes secundarios cambiaron de nombre, la palabra «rebelde» no se inicia con mayúsculas indicando que no pertenecían a Alianza Rebelde, al menos en la mente de Foster luego de leer el guion. Obi-Wan vivía en una cueva mucho más aislada y su muerte es distinta ya que en la película se sacrifica para que los demás escapen y en el libro simplemente pierde el duelo. Hay muchos más detalles pero estos son los más llamativos definitivamente.

Alan D. Foster también escribió Splinter of the Mind’s Eye y terminó por convertirse en el primer novelista canónico de Star Wars y el primero no canónico ya que está segunda novela formaba parte del universo expandido. A todas estas, Lucas nunca ocultó que no escribió él el libro, en su momento señaló que fue una decisión de marketing en la que se limitó a hacer caso y escuchar a Lippincott. Las reediciones del libro añadieron prólogos del director, aclaraciones del origen de la novela y cambiaron el título por Star Wars IV: A New Hope, el título final de la película luego de las ediciones caseras.

Curiosamente, la serie de cómics de Marvel fue más directa en su aproximación, también se lanzó antes que la película pero solo por un par de semanas. También fue todo un éxito y no generó mucho dinero a Marvel porque no creyeron en la franquicia y el trato que eligieron no fue el más conveniente para ellos, aunque sí para Lucasfilm que se llenó los bolsillos con la mercancía, juguetes, la novela y la serie de cómics que se extendió hasta 1986.

De esta manera es cómo el equipo de marketing, la editorial Ballantine, el retraso de las película y las mismas circunstancias de 1977 facilitaron que la novela que adaptaba la película llegara seis meses antes que esta y que se creara este debate entre lo que vino primero, el huevo (la novela) o la gallina (la película).

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *