Aparentemente desde la cima es muy difícil ver lo evidente: Electronic Arts es una compañía adicta a ganar dinero de cualquier manera.
Podríamos hacer argumentos sobre la visión básica de los negocios, donde obtener ganancias es lo primordial para estar al tope de la industria, con la ética y el bienestar del consumidor como valores secundarios.
Pero la realidad está en los detalles y los métodos, elementos que están tomando en cuenta los inversionistas de estas compañías. Hoy se ha dado a conocer que la firma Change to Win ha iniciado una campaña en contra del sobrepago ejecutivo en EA.
Sus argumentos expresan que la dirigencia de la compañía ha recibido beneficios, bonos y paquetes exorbitantes como compensación por sus puestos. En términos simples, a las cabezas de EA les gusta darse bonos a si mismos constantemente.
CtW utiliza el término «adicción» en su comunicado, al ser esta mecánica una constante inyección de dinero a las arcas personales de cada ejecutivo, sin importar en lo más mínimo su performance, el estado del mercado o los proyectos trabajados.
Mecánicas que no sorprenden
El tema con este tipo de situaciones obedecen a a que la industria decidió situar su poder en elementos difícilmente renovables. Monetización excesiva y omnipresente en cada juego que se presenta.
El éxito de la compañía (y de la industria a nivel triple A) ha venido de micropagos, cajas de botín y toda clase de estrategias de monetización. Esto trajo las mayores ganancias de la historia de los videojuegos, pero la realidad es que nos videojuegos no se han beneficiado de ello.
Situemos un ejemplo: hace un mes se presentó el primer vistazo del Unreal Engine 5, una herramienta que ofrece una nueva tecnología que da la posibilidad de mayor realismo a los sistemas de nueva generación.
A pesar de que Epic Games es una de las compañías más poderosas de la industria, todo el equipo de Unreal no recibirá una fracción de lo que ganan los ejecutivos de estas compañías en un solo bono. Son adictos y deben ser expuestos.