Luego de meses de espera los precios y especificaciones de la nueva generación de Microsoft ya están aquí, necesitamos de una filtración enorme que forzó a Microsoft a revelar sus consolas y sus precios, pero finalmente podemos comparar la Serie S y la Serie X entre sí, así como el salto que representan respecto a la generación anterior.
Y lo mejor de todo es que los precios son iguales y, en el caso de Series S, es incluso menor que una Xbox One X de salida. Así que podemos adelantar que el salto en todos los aspectos es considerable por lo que no hay pérdida en apostar por la nex gen, ya sea con Sony o Microsoft.
Un salto gigantesco
Pero hoy toca hablar de los Xbox por lo que ya pueden ver una imagen con la comparativa entre la Series X y la Series S. Como ven, el procesador es el mismo, pero la tarjeta gráfica de la Seres S tiene menos cudacores, teraflops y velocidad; La memoria RAM pasa de 16 GB a 10, el almacenamiento de un 1TB a 512 GB y, por último, la Series S solo reproducirá juegos digitales y costará 200 dólares menos.
Por su parte, estas son las especificaciones de la Xbox One X, ahora descontinuada pero con cierta presencia en algunas tiendas todavía.
- CPU: AMD de 7nm y 8 núcleos 2.3GHz
- GPU: AMD de 6 teraflops 1172 MHz
- RAM: 12GB GDDR5
- Frame rate: Up to 60 fps
- Resolution: 4K en juegos y productos multimedia
- Optical: HD Blu-Ray disk drive
- Storage: Disco duro de 1TB
La Xbox One S es la básica, también fue descontinuada y ofrece menos posibilidades, como una reoslución máxima en juegos de 1080p, un procesador que corre a 1.75Ghz, 8 GB de RAM y solo 1.75 Teraflops en su tarjeta gráfica.
Inversión sin pérdida
En líneas generales vemos que todos los números se hacen más grandes, pero no solo eso es lo importante. Los procesadores y tarjetas gráficas pertenecen a una nueva generación de AMD, la anterior generación usaba la arquitectura Polaris, una serie de gráficas que AMD ya ha descontinuado en favor de la arquitectura Navi. Estas vienen con tecnología RDNA2 mucho más eficiente y potente, por lo que no sentiremos como la consola calienta la habitación.
El procesador también es de una nueva arquitectura, la Ryzen que ha superado con creces a Intel y que ahora son considerados como los mejores CPUs en cuanto a calidad y precio. La memoria RAM también se duplica en el caso de la Series X y, por último pero no menos importante, la vieja generación tiene disco duros, mientras que la nueva llegará con SSDs que mejorarán los tiempos de carga de manera considerable.
Lo único que puede llamar la atención de manera negativa es que la Xbox Series S no es capaz de correr juegos a 4K, mientras que la Xbox One X sí. Sin embargo, la consola de nueva generación es más potente, por lo que parece una decisión de marketing, para que la Series S no pise el terreno de la X.