Nada caracteriza más al mundo de videojuegos como los mandos gamer. Son el elemento diferenciador de este medio de entretenimiento en comparación al cine o la televisión, al ofrecer la interfaz interactiva que expresa nuestras decisiones.

Sea cual sea la plataforma que estemos utilizando, el disponer de un medio táctil de confianza por el cual dirigir nuestras acciones es el fundamento principal del disfrute que podemos tener de un videojuego. En términos simples, si no se “siente bien” jugarlo en nuestras manos, el juego pierde mucho valor.

Por ende, el disponer de un mando confiable es esencial para poder jugar a la perfección en cualquier sistema. Aunque para muchos usuarios no existe nada más que la opción oficial, hay mucho más en el mundo que ofrecer.

A pesar de que siempre se busca crear maneras inventivas de interfaz entre el sistema y el jugador, al final del día el concepto de mando gamer sigue establecido como el estándar universal de confiabilidad para la cualquier plataforma

Vibrando hacia la aventura

Dado que los usuarios de PC estarían limitados a vivir del teclado y el mouse, parte de un debate eterno, el disponer de un mando gamer dedicado es importante para darle un fuerte valor a esta plataforma.

La existencia de esta contienda obedece a los orígenes de PC como sistema de juegos y las peculiares características que tienen diversos tipos de títulos. Juegos que invocan el involucramiento del teclado para incorporar texto o la misma interfaz clásica WASD como método más común.

Pero los mandos han estado allí como parte del crecimiento de esta plataforma. Mandos temáticos para simuladores y, más al punto, emulaciones del estilo de los controladores de consolas.

Aunque solían estar un paso más atrás que las ediciones oficiales, la brecha ha quedado en el pasado para ponerse a punto con el crecimiento de PC como el sistema de juegos más poderoso.

Compañías de hardware especializado ya lo tienen claro, por lo que su adaptabilidad universal se ha convertido en un estándar que es fundamental para la demanda de los usuarios, así como parte de lo que ofrecen como indicador de la “identidad” gamer.

Podríamos citar a compañías como MSI y Razer, quienes han presentado mandos de tecnología de punta dispuestos para los juegos más competitivos del mercado, siendo estos incluso adaptables a consolas de la actual generación de manera inalámbrica o inclusive a través de conexiones físicas.

El costo de la comodidad

Como todo en esta industria, disponer de mandos de primer nivel está ajustado a la economía de cada uno de estos aditamentos. Dependiendo de la capacidad de inversión y de nuestras preferencias de juego, corresponde elegir sabiamente lo que mejor nos sirva.

Un mando confiable no necesariamente es el más costoso para poder sacarle provecho a partidas de juegos de disparos de partidas rápidas o títulos indie que no necesitan de una respuesta vibratoria específica para sacarles provecho.

El otro lado de la moneda es el mundo de la más alta exigencia de la PC. Juegos como Doom: Eternal exigen un sistema de altísimo poder para poder sacarle todo el jugo a sus gráficos y rendimiento, por lo que un mando genérico no sería el ideal para poder estar acordes con esta demanda. El nivel premium exige inversiones acordes con ese ideal.

Está, literalmente, en nuestras manos como gamers el elegir adecuadamente lo que más nos convenga en la relación costo-valor a la hora de elegir un mando. Pero lo más importante es tener siempre la mente abierta a buscar más allá de las fronteras habituales.

Solamente porque vemos que el Xbox Wireless Controller es la opción que se ve reflejada en muchos juegos, no quiere decir que es la única, ni la mejor, en el mercado actualmente. A pocas semanas del estreno oficial de la nueva generación de consolas, el ser compradores conscientes de piezas clave para el disfrute de este medio es lo más importante.

¿Creen que la confiabilidad de los mandos está atada a su costo? Dejen sus opiniones e ideas en los comentarios.

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