Un niño tapándose la cara mientras juego en su laptop

La industria de los videojuegos avanza a pasos agigantados, lo que hoy es posible hace algunos años no era ni un sueño. Uno de los principales avances está relacionado con la posibilidad de jugar online con personas de todo el mundo. Esto es algo positivo, pero algunos usuarios nocivos se aprovechan de esto para acosar a otros jugadores. Esto es lo que confirmó un nuevo informe de Newzoo que confirma que ocho de cada diez jugadores de los Estados Unidos sufre acoso en juegos online.

El estudio se basa en una encuesta que contó con la participación de 1.000 jugadores con edades comprendidas entre los 18 a los 45 años. En esta encuesta se les preguntó a los usuarios sobre su experiencia a nivel online en cada uno de estos juegos en los que participan.

En cuanto al porcentaje de jugadores que reportan haber sufrido acoso la cifra aumentó respecto al 2019 del 74% al 81%. Esto se podría explicar considerando el tiempo en casa que han tenido que pasar los usuarios debido al confinamiento decretados en muchos de los estados de Estados Unidos a lo largo del todo el 2020.

Un 68% de los usuarios reporta haber sufrido amenazas de violencia física o incluso han sido discriminados. Un 41% reporta haber sufrido acoso sexual, por lo que se trata de cifras alarmantes dentro de territorio norteamericano.

El acoso se expande por toda la industria

En cuanto a los géneros en los que se presenta mayor frecuencia de acoso, el estudio reveló que no hay uno que predomine, pero los juegos en los que sí se reportó mayor acoso fueron ‘Dota 2’ y ‘Valorant’, ambos títulos de PC. La contraparte está en ‘Overwatch’, títulos en el que los usuarios han reportado una disminución del acoso. El título más amigable con los usuarios según este estudio es ‘Animal Crossing: New Horizons’, en donde menos de la mitad de los usuarios reportan haber sufrido acoso.

Este tipo de comportamientos puede generar problemas como depresión o incluso suicidio, algo que respalda el estudio en sus conclusiones finales. Es por eso que los investigadores piden que los estudios tomen medidas mucho más eficientes para castigar a estos usuarios que resultan nocivos para la comunidad.

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