Es innegable que Netflix ha aumentado cada año el número de animes que transmiten en su servicio. Sin embargo, también se ha visto un aumento en las producciones originales de la plataforma enfocadas a la animación japonesa. ¿A qué se debe esto? Veamos si podemos discernir cuál es la estrategia de Netflix, y qué tanto se propagará a futuros años.
Anime y Netflix: ¿Compatibles?
La animación japonesa ha traspasado fronteras desde los 90 y no hablamos solamente de fronteras físicas, sino digitales. Y esto queda demostrado al analizar cómo casi todos los anuncios hasta ahora hechos por el servicio para el 2021 son adaptaciones de anime.

Además, se ha revelado que las series de anime de Netflix han aumentado su audiencia en un cien por ciento en este año. Netflix también reveló que la propiedad de anime más vista fue Pokémon: Mewtwo Strikes Back Evolution, remake de la película original de Pokémon.
No hace falta decir que Netflix ha estado haciendo todo lo posible para agregar títulos de anime adicionales a su lista, sobre todo teniendo en cuenta lo bien que suenan esos números.
La verdadera apuesta: Contenido original
Recordemos que la plataforma ha logrado hacerse un nombre con series animadas originales tremendamente exitosas como Castlevania, Beastars y Baki, por nombrar algunas. Con varias de estas series regresando para nuevas temporadas (y otras nuevas franquicias debutando en 2021) será interesante ver cómo Netflix puede competir con la fusión entre Crunchyroll y Funimation.

Solo para este mes, por ejemplo, Netflix estrenará cuatro nuevos animes en su plataforma: Pokémon Journeys: La serie (Parte 3), Marvel Anime: Wolverine, Marvel Anime: X-Men y Transformers: War for Cybertron – Earthrise. Esta última es original del servicio, uniéndose a la ya mencionada y aumentando aún más su catálogo.
También hay polémica
La relación de Netflix con el anime ha sido divisiva para los fanáticos, por decir lo menos. Si bien las series adquiridas a menudo se consideran una adición excelente al catálogo de Netflix, los fanáticos se asustan cuando el servicio adquiere los derechos de los programas que actualmente se transmiten en otros lugares.
Muchos quieren ver programas poco después de que se emitan en Japón, pero la estrategia de lanzamiento de Netflix implica esperar hasta que terminen las temporadas en Asia. Para los fanáticos de los episodios semanales, la espera puede ser frustrante, especialmente si tienen que evitar los spoilers en línea mientras tanto.
También destaca el miedo a las adaptaciones live-action que Netflix está empeñada en crear. Si bien algunas han logrado cautivar al púbico, son más las que caen flojas y muy por detrás de las series originales.
Y ustedes. ¿Qué opinan de todo esto? ¿Continuarán usando Netflix para ver anime o migrarán a servicios particulares de este estilo de animación como Funimation?