Ahora que cada vez es más común ver a gamers pasándose a la PC por una o varias razones, también es común ver que muchos no aprovechan su nuevo hardware al máximo. Por lo que ese numerito tan importante como son los FPS puede descender un poco o mucho dependiendo del juego.
Y si este baja, la calidad de juego también. Por lo tanto, hablaremos de cómo ganar más FPS de nuestra PC en casi todos los juegos, y empezamos por lo más importante y obbio:
Tarjeta gráfica
Tu GPU es la principal fuente de problemas y soluciones cuando quieres correr bien un juego. Si tienes una 3080 o 6800 XT ya poco puedes hacer para ganar más FPS, pero la gran mayoría tiene menos que esto, por lo que hay que ser directos: la mejor manera de ganar FPS es comprar una gráfica más potente. La diferencia entre una 3060 a una 3070 va de un 20 o 30% de rendimiento, es decir que puedes ganar 15 FPS por juego o incluso más.
Sabemos que no es la mejor solución y menos ahora que aún teniendo el dinero las gráficas están escasas. Sin embargo, sigue siendo la mejor manera de mejorar tu calidad de jugabilidad, eso sí, aunque tengas una gráfica más que buena no te haría mal seguir el resto de pasos.
Además, hay que asegurarse de que tus juegos estén usando tu GPU dedicada en vez de la integrada que viene de serie en algunos procesadores. Las opciones de todo juego te dejan elegir que GPU usar, si solo tienes una dedicada, no te preocupes, pero si tienes dos asegúrate de elegir la dedicada.

Por último, actualiza tu GPU con su software adecuado. Puedes conseguirlos en las webs de Nvidia y AMD. No obstante, ten en cuenta que no todos los drivers son recomendados, así que cuando descargues el programa oficial de AMD o Nvidia, asegúrate de instalar la versiíon que diga «recomendada» y no la «experimental» u «opcional» ya que, como su nombre indica, pueden dar problemas. Es mejor tener drivers estables que nuevos.
Configuraciones gráficas
El segundo factor más importante para los FPS son las configuraciones gráficas de cada juego. El aspecto que más demanda potencia es la resolución, la mayoría de gráficas actuales pueden correr juegos a 1080p sin problemas, así que si notas bajos FPS puede que hayas subido la resolución sin querer, jugar a 4K con una 5500 XT es un «nono», por lo que asegúrate de elegir la resolución adecuada para tu gráfica.
Luego tenemos decenas de opciones bastante confusas para el usuario medio. Para ello tenemos canales de YouTube como Santiago Santiago (popular en la comunidad hispana), Digital Foundry (más especializado) o Gamers Nexus (más específico) que prueban el juego con todas estas configuraciones activadas y desactivadas con decenas de gráficas hasta determinar qué hacen estos efectos visuales y cuáles son importantes y demandantes y cuáles no.
En general, la oclusión ambiental, las sombras, la iluminación y la calidad de la hierba y el agua suelen ser las que debes bajar a «medio» en lugar de «ultra» para obtener más FPS. La idea es conseguir el punto perfecto entre buenos gráficos y FPS altos y estables. Si no puedes conseguir las dos, deberás decidir entre qué prefieres. Y si no puedes elegir, por favor dirigirse al punto 1: comprar una gráfica nueva.
MSI Afterburner
Este programa te deja overclockear o underclockear tu gráfica, controlar la velocidad de sus ventiladores, la cantidad de voltaje que recibe, la velocidad de su reloj interno, etc. Algunas gráficas pueden dar un 15% de rendimiento extra si se les ajusta adecuadamente. Sin embargo, es un proceso algo tedioso porque la idea es llevar tu gráfica al límite hasta que «crashee» (la pantalla de tu PC se apagará y te indicará que tu gráfica falló).
Luego de eso, bajar los ajustes un poco para que quede en una zona estable y dé lo mejor de sí. Tienes que tomar en cuenta que overclockear significa que tu gráfica se esforzará más, sus ventiladores funcionarán a mucha potencia y se calentará bastante. Así que si el ruido o el calor te molestan mucho, pues esta opción puede que no te guste.
Underclockear es lo contrario, algunos tienen la pericia y paciencia para reducir el voltaje de su gráfica y aún así subir la velocidad del reloj interno para conseguir FPS. Pero esto requiere horas de pruebas. Si estás dispuesto a intentar esto recuerda que MSI Afterburner es gratis y que es muy difícil que «dañes» la GPU toqueteando estos ajustes. Eso sí, que tu gráfica no supere nunca los 85ºC por más de 1 hora.
Otros asuntos de Software
Programas como Chrome, otros juegos, Windows Update o incluso virus pueden ralentizar bastante tu juego, sobre todo si consumen mucha RAM o núcleos de tu procesador. Si notas que tu juego va mal, cierra absolutamente todo y prueba a ver si mejora. Si no lo hace, puedes descartar esta opción.
Eso sí, recuerda presionar CTRL + ALT+ SUPR y luego a «arranque» o «inicio», allí verás los programas que se activan apenas la PC se enciende. Si no reconoces ninguno, deshabilítalos y conserva los que necesites realmente.
También procura instalar Malwarebytes, un antimalware gratuito que te salvará el pellejo en más de una ocasión. El análisis de Windows Security también es decente, pero si no te agrada puedes descargar la aplicación portátil del antivirus Panda que también es muy buena para detectar virus silenciosos.
En última instancia, hacer una instalación limpia de Windows 10 puede mejorar y mucho el rendimiento de varios juegos. Haz un respaldo e instala de nuevo todo para que veas una mejora en juegos y sistema operativo.
Hardware variado
Por último, pero no menos importante están tus otros componentes: procesador, memoria RAM y disco duro. Si asumimos que tu fuente tiene suficientes W para su gráfica y que le esta entregando suficiente energía, entonces podrías conseguir FPS más altos y estables comprando un nuevo procesador. Hay juegos que dependen mucho de un buen CPU, aunque la gran mayoría dependen de la gráfica.
Sin embargo, si ese título que juegas mucho es de esos (Monster Hunter World es uno), pues puede que te rente comprar una nueva CPU, algo que en ningún momento viene mal y que conseguir mejor rendimiento en casi todos los títulos.

Luego tenemos las RAM que si son muy lentas vas a conseguir menos FPS, compra de 3000 Mhz como mínimo u overclockea las que tienes (debes investigar en la web de su fabricante para saber si pueden). Y recuerda que algunas gráficas de 3200 Mhz vienen a 2133 Mhz de serie y que hay que ajustar a velocidad normal en la BIOS en la sección de DCHP o XMP.
Ajustes finales
Al final tenemos dos componentes que se suelen olvidar pero que son necesarios para una mayor estabilidad: disco duro y ventiladores. Recomendamos siempre un SSD, pero si no es el caso acuérdate de desfragmentar tu disco duro para que cada cambio de zona o aparición de elementos en pantalla en un juego no signifique una bajada de FPS por la carga lenta del disco duro.
Por su parte, los ventiladores son absolutamente necesarios para mantener las altas temperaturas a raya (las altas temperaturas provocan que el rendimiento baje para preservar el hardware). Una gráfica no debería superar los 85ºC de manera constante y tu procesador no debería superar los 70 tampoco.
Si lo hacen mientras no haces nada, quizá sea hora de cambiarlos y de comprar nueva pasta térmica para esos componentes. Y si lo hacen mientras juegas, tendrás que abrir tu PC y ver si el ventilador tiene demasiado polvo y limpiar adecuadamente.

Todos estas medidas te garantizan una subida de FPS segura, así como mayor estabilidad y un mayor control sobre ese nueva PC a la que más vale que le saques provecho.