Normalmente celebramos todo lo relacionado con los videojuegos, sí que denunciamos sobre los abusos que hay en la industria y contamos sobre la historia y sus principales pioneros. Sin embargo, no podemos negar que los videojuegos también tiene problemas más pequeños, los que podríamos llamar del primer mundo ya que podemos aguantarlos, pero nos gustaría que dejaran de existir.
Por eso nos planteamos reunir cuáles son estos elementos que pueden hacer que un jugador termine odiando la entrega de su saga favorita. Esto puede ser desde una pantalla de carga demasiado larga o el sencillo hecho de que el diseño de un personaje cambie, sobre todo si tomamos en cuenta todo lo que se está hablando de la «nueva cara» de Aloy.

Las benditas cajitas
Si partimos desde la actualidad, lo que más se odia actualmente son las microtransacciones. Nada molesta más que gastarse gran parte de tu sueldo en un juego para que lo primero que te digan en el menú principal es que ya hay disponibles nuevos DLCs que puedes comprar. De esta manera, te queda una sensación de que tu juego está incompleto desde el minuto 1.
Ciertamente hay juegos que declaran desde el principio que tendrán mucho contenido mediante DLCs, son juegos como servicio al estilo de Destiny 2 con los que aceptamos que no necesitamos todo su contenido, sino lo que nos interesa. Pero también tenemos ejemplos como los juegos de pelea al estilo de Mortal Kombat 11 que desde el principio ya había anunciado un DLC con personajes inaccesibles a menos que pagaras.

Por otro lado, Destiny 2 y títulos similares tienen otras cosas que odiar. Los jugadores de este título constantemente se quejan de que para conseguir el botín deseado deben conseguir piedras que se intercambian por cristales que se cambian por tokens que finalmente se usarán como medio de pago por un arma.
En pocas palabras el contenido está detrás de tanto «grindeo» que tenemos que dedicarle decenas de horas al juego en una actividad que es más una tarea que algo divertido, solo para conseguir algo que queremos. Esto resume la experiencia en muchos títulos online que sueltan el contenido a cuentagotas para que los jugadores no consigan todo rápidamente.

Aberración al smartphone
Por este camino también podemos conseguir los odiados juegos móviles. Muchas grandes franquicias se pasan a los celulares y terminan siendo muy odiadas por los jugadores. El caso más reciente es Diablo: Inmortal que se anunció en la BlizzCon 2019 y generó una ola de críticas y odio hacia Blizzard tan fuerte que el juego no se ha mencionado más nunca. De hecho, recomendamos solo ver el video a continuación si eres capaz de soportar la vergüenza ajena.
Lo irónico es que probablemente el título sea popular, pero hay un prejuicio bastante fuerte que lleva a la comunidad a odiar los juegos móviles. Sobre todo porque suelen desmembrar las franquicias en pequeñas partes para adaptarse al formato móvil y llenarlas de micropagos para su financiación. A día de hoy aún hay muchos que miran de reojo a Super Mario Run o Pokémon GO a pesar de su éxito en el mundo casual.
Junto a los juegos móviles también podemos mencionar el odio irracional a los juegos por streaming como Google Stadia o Amazon Luna, aunque aquí claramente se mezcla el odio hacia a estas compañías. Realmente hay pocas razones para odiar el juego por streaming, pero lo cierto es que el odio existe y probablemente se mantenga un tiempo.
Los bugs del 2077
Saliendo de los temas externos volvemos a los juegos como tal y acá podemos nombrar varios aspectos que pueden llevar a alguien a odiar un juego. La duración de este, los bugs que bloquean el progreso, la pérdida de datos de guardado, la falta de guardado automático, las cinemáticas que no se pueden saltar, las misiones secundarias repetitivas, bandas sonara y diseño de sonido deficientes, los errores visuales que rompen la inmersión, la mala conexión de los servidores online o incluso un narrador demasiado intrusivo.
No hay que ir muy lejos para conseguir casos de ejemplo. Cyberpunk 2077 tenía bugs que apagaban la consola en PS4 y Xbox One, no podemos conseguir un mejor (o peor) ejemplo para hablar de cosas que nos hacen odiar un juego. Por su parte, Returnal tenía un bug que te borraba todos los datos y Returnal no es nada fácil por lo que perder el progreso debió se traumático para algunos. Por suerte, hubo una buena reacción pero imaginamos que también hubo muchos jugadores muy molestos.
Base Ps4 and Xbox one handling #Cyberpunk2077 pic.twitter.com/En3g3FiDXx
— TheGivenSoul 🎮 | Nikita Percy (@AGivenSoul) December 10, 2020
Si vamos a los juegos clásicos, ya sea por nostalgia, o por un port, es cuando más conseguimos cosas que odiamos. La industria ha avanzado tanto que se nos ha olvidado que antes no era posible saltar las cinemáticas que el guardado automático no existía y que básicamente los juegos no respetaban nuestro tiempo al hacernos repetir una tarea 100 veces antes de poder avanzar.

El narrador que no se calla
Volviendo a la actualidad tenemos ejemplos de malas bandas sonoras y narradores, porque aún haciendo todo bien y sin bugs, todavía puedes ganarte el odio de la comunidad por un varios pequeños pasos en falso. Biomutant, el primer juego de Experiment 101, ha dividido a la comunidad.
El estudio eligió a como narrador a David Shaw-Parker y, a pesar de su buena actuación, también se eligió hacerlo narrar prácticamente todo hasta el punto de que interrumpe el juego cada 20 segundos. Si el juego no te deja jugar de tantas interrupciones, pues el odio no se hará esperar, y tampoco las malas críticas.

Respecto a las bandas sonoras tenemos que decir que este elemento suele ser algo muy positivo y que añade tanto a la experiencia que se vuelve innegociable, pero si la banda sonora es repetitiva puede que haya personas que abandonen un gran juego. Por ejemplo, muchos no soportan la música de combate de Pokémon o la de selección de personaje de Marvel Vs. Capcom y no son malos juegos.
El odio en el futuro
No poder darle pausa a un juego o una cinemática también es muy grave. Ciertamente si el juego es online es imposible decirle al internet que se detenga, pero no podemos evitar odiar el no poder ir al baño o abrir la puerta a la visita sin la consecuencia de morir en el juego. Lo de las cinemáticas es aún peor porque muchas veces queremos verlas, pero si no podemos darles pausa, tendremos que verla hasta el final o dejarla reproduciéndose sola mientras nos alejamos de la consola.
Por suerte, muchos de los temas mencionados, sobre todo los que se relacionan con el juego como tal, se han ido resolviendo poco a poco y ahora hasta las largas pantallas de carga parece que serán cosas del pasado gracias a los SSDs de nueva generación. Si embargo, el futuro trae otros problemas como tener que descargar un parche de 100 GB antes de jugar (basta, Call of Duty, lo odiamos).

A pesar de todo esto, siguen siendo problemas relativamente pequeños y sobre los que muchos creadores toman nota día a día para evitar o disimular mejor, mucho se ha avanzado desde aquellos juegos sin punto de guardado y que debíamos pasar de una solas sentada sin morir. Por lo que tampoco pasara mucho antes de que veamos que muchas de las cosas que listamos acá ya no son un problema que nos aleje de nuestro hobby.