El final del manga de Kimetsu no Yaiba marcó a millones de fans en todo el mundo y fue capaz de alterar la cultura japonesa durante la pandemia.
Sin embargo, compradores del manga en físico notaron que los manuscritos finales de la obra no estaban a la altura de la calidad de la obra. Protestando a Shueisha por un reembolso, que recibieron 166 personas únicamente, parecía que quedaría como una anécdota hasta que Koyoharu Gotoge opinó al respecto.
Tras conversaciones entre Gotoge y las autoridades de Shueisha, se determinó que la obra más popular de los últimos años tendría que hacer un cambio a las copias vendidas con los manuscritos modificados.
Un reportaje del Asahi Shimbun dio a conocer la situación, con la editorial Shueisha mostrando versiones renovadas de las páginas del manga que serán distribuidas nuevamente para los fans de la obra. Con la promesa de Gotoge de que el final de Kimetsu no Yaiba estará a la altura de su arte original.
Para explicar los detalles, se trata de reproducciones de la versión original que se presentó en la Weekly Shonen Jump, pero basada directamente en el manuscrito original de Gotoge, para ser vendido en eventos especiales de manga y anime. Sin embargo, los compradores descubrieron que este no era el caso.
En lugar del manuscrito original, se trataba de una versión estirada de la edición presentada en al Shonen Jump, dejando todo como una publicidad engañosa que se han visto obligados a corregir.
Kimetsu no Yaiba es el manga más importante de los últimos tiempos, al no solo destronar a One Piece en ventas, sino ser una de las piezas de entretenimiento que sirvieron para dar emociones en Japón durante la pandemia y sus constantes estados de emergencia. Por lo que cada cambio es un momento importante.